Por Pablo Morera Rodríguez | CEO GESDRON | pablo.morera@gesdron.com

(DE LA ENTREGA ANTERIOR
En medio de los confinamientos y de los parones empresariales comprobamos que hay dos actividades que están capturando casi el 100% de las aplicaciones de los drones en este periodo de pandemia. Por una parte, el uso de drones para las tareas de desinfección y por otra el uso de drones para el transporte de productos sanitarios. Como vemos ambas tareas son logísticas y vamos a analizar cómo se están desarrollando.)

ACTIVIDADES EN AUGE DURANTE LA PANDEMIA

La aplicación que está incrementando su actividad de forma exponencial es la de desinfección sanitaria en lugares públicos. Es realmente una actividad que irá a más y que se consolidará en el mercado como alternativa a los procedimientos tradicionales.

Como resultado de la pandemia de la Covid-19, drones utilizados para trabajos agrícolas han sido utilizados para el saneamiento de espacios públicos, especialmente en China. Dada la utilización por cuestiones de emergencia, los resultados operativos han sido 100% satisfactorios, pero hay pocos datos sobre cuán efectivas son estas medidas, qué riesgos están involucrados y si es una forma rentable o no de combatir el virus. A pesar de la falta de datos, existen razones convincentes para considerar que los drones constituyen una herramienta de descontaminación muy efectiva.

DESINFECCIÓN CON DRONES

Los drones equipados con aerosoles se han utilizado en la agricultura de precisión durante varios años. En comparación con la pulverización manual de un área, un avión no tripulado, dron, puede cubrir entre 5,3 y 5,8 hectáreas por hora, que es esencialmente 6,000 metros cuadrados cada diez minutos. Quizás lo más importante es que están diseñados para ser muy efectivos para cubrir y rociar las áreas que sobrevuelan, lo cual es primordial para proteger los cultivos y eliminar las plagas. Estas características y capacidades pueden ser de gran utilidad para aplicaciones definidas para combatir la pandemia de la Covd-19 a escala global.

Según los expertos, el virus se transmite principalmente a través de gotas respiratorias en suspensión o al tocar superficies contaminadas. Debido a que los drones rocían desde una altura controlada y están diseñados para esparcir y empapar superficies, potencialmente pueden perfectamente utilizarse para desinfectar ambos aspectos, el ambiente y las superficies contaminadas. Aunque faltan más pruebas concretas, para verificar la eficacia de cuán bien se desinfectan las superficies y el aire, la evidencia empírica por sí sola sugiere que podrían ser un instrumento poderoso en la lucha contra la propagación del virus, especialmente en espacios grandes y abiertos como las vías públicas, parques, estadios, bahías de camiones, muelles de carga, etc.

Entonces, ¿cuáles son los obstáculos actuales para implementar los drones para el saneamiento a gran escala?

Primero, se deberán desarrollar pruebas sistemáticas de esta tecnología y la estandarización de los procedimientos para garantizar la seguridad y resultados esperados. Las agencias estatales no van a adoptar una tecnología no testada y no probada; hay demasiado riesgo involucrado en ello. Además, los usuarios que implementen estos métodos tendrían que aceptar esta tecnología y asumirla.

Actualmente la industria dedicada a las labores de desinfección no conoce las capacidades y funciones de los drones, por lo que una parte importante de esta implementación es construir un caso concreto. Por otra parte, será necesario contar con una infraestructura y una metodología para un despliegue generalizado: la producción de drones con aerosoles adecuados a estas misiones, operadores de drones cualificados y preparados e inversión de capital de poner en marcha estos proyectos.

En resumen, no se trata de si se pueden desplegar drones para realizar esta tarea, se trata de tener los recursos, adoptar la tecnología, y desarrollar un SSOP (Procedimiento Operativo Estándar de Saneamiento que describe los pasos documentados que deben seguirse para garantizar una limpieza) y que sean comúnmente aceptados.
Evidentemente no estamos ante una aplicación temporal para hacer frente a una crisis,si no, como una aplicación permanente con un gran mercado potencial, con un gran volumen de ingresos para el sector de los drones y que encaja con los nuevos hábitos de limpieza que estaremos obligados a seguir en adelante.

La forma tradicional de abordar de forma masiva la desinfección es aumentar las brigadas lo que es de hecho incongruente con la situación actual pues es exponer a más personas a la posibilidad del contagio. Los drones son más eficientes y seguros. Un dron que puede cubrir eficientemente una gran área de espacio de forma semiautónoma sin exponer a los humanos a ser contaminados y con unos costes que garantizan el retorno de la inversión realizada.

Los trabajos de desinfección son repetitivos, sucios y peligrosos. Necesitaremos drones no solo para multiplicar lo que una persona puede hacer, sino también para mantener a las personas seguras y lejos de superficies contaminadas y espacios para prevenir más enfermedades.

Esencialmente, la capacidad de operar drones para desinfectar y limpiar grandes espacios de forma regular garantizará un nuevo nivel de seguridad y de desinfección que, si se realizase de forma manual, llevaría horas o incluso días y pondría a las personas en mayor riesgo de entrar en contacto con enfermedades. Los drones pueden automatizarse para realizar estos trabajos a intervalos regulares, la cuestión seria determinar la frecuencia necesaria para disponer de un nivel de limpieza óptimo. Esto podría ser un salto de seguridad, de producción y de eficiencia en un mundo que acaba de despertar para darse cuenta de cuán vulnerables somos al contagio a escala global.

LOGISTICA SANITARIA

El brote de la Covid-19 ha tenido un enorme impacto en la industria de la salud. Una de las áreas clave donde ese impacto se ha sentido más agudamente es en la distribución de medicamentos y suministros médicos a las áreas afectadas y en el transporte de muestras de prueba a los laboratorios de diagnóstico.

Los operadores de drones están proporcionando la entrega como un servicio a los clientes de atención médica. Operan desde centros de distribución y almacenes abastecidos con productos médicos como vacunas, unidades de sangre, kits de prueba y otros suministros médicos. Una vez que reciben un pedido, los productos se colocan en una caja y se envían a través del dron.

En promedio, los operadores más grandes tienen alrededor de 20 a 30 drones en cada centro, lo que les permite enviar simultáneamente más de un paquete cuando la demanda lo requiere. Además, algunos operadores han establecido estaciones de drones cerca de hospitales para facilitar el transporte rápido y seguro. Si bien la mayoría de los drones y su tecnología están diseñados en países desarrollados, la tecnología de drones aéreos se está implementando en gran medida en los países en desarrollo, creando nuevos mercados en África, China e India, en asociación con operadores privados, organizaciones humanitarias y gobiernos. La lenta adopción entre países desarrollados como en Europa se debe principalmente a la necesidad de aplicar la restrictiva normativa existente.

Los sistemas de entrega de drones ofrecen ventajas únicas, que incluyen permitir a las compañías farmacéuticas aumentar la eficiencia de la cadena de suministro de medicamentos vitales de alto volumen. También son fundamentales para ayudar a los administradores de pandemias a disponer de productos de emergencia justo a tiempo.

Un buen ejemplo es cómo China usó drones para transportar muestras médicas y materiales de cuarentena entre los hospitales del condado de Xinchang y el centro de control de enfermedades durante el brote de la Covid-19. Este método de entrega redujo significativamente el contacto entre el personal del hospital y las muestras y mejoró la velocidad de entrega en un 50 % en comparación con el transporte por carretera.

Se dice que la necesidad es la madre de la innovación, y en ningún momento de la memoria reciente ha habido una necesidad mayor de innovación que en la lucha contra la pandemia de la Covid-19. Mientras el mundo lucha por contener el virus y diagnosticar y tratar a más de un millón de pacientes afectados, muchas empresas y particulares aportan soluciones de apoyo para los profesionales de la salud y para los que padecen la enfermedad y entre esas soluciones están los drones.

Durante una pandemia, los drones ofrecen muchas ventajas. Por un lado, pueden minimizar las interacciones humanas, previniendo la transmisión viral. Además, pueden acelerar el transporte hasta en un 50% en comparación con el transporte por carretera de vehículos normales. Los drones también se pueden usar para llegar a áreas remotas de manera más fácil y rápida que los modos de transporte estándar.

Tenemos un ejemplo en Europa. Concretamente en Irlanda se han realizado entregas con éxito de insulina desde Galway, Irlanda, a un paciente en las Islas Aran, una región remota frente a la costa de Galway, y regresaron con una muestra de sangre de un paciente con diabetes para controlar el control de glucosa en sangre. El viaje fue de aproximadamente de 12 millas en cada sentido. La insulina se aseguró en un paquete aislado, con temperatura regulada y con un bloqueo de seguridad para el caso de que el dispositivo no llegara al lugar correcto.

El vuelo de prueba de 32 minutos es el «primer suministro autónomo documentado de insulina para un paciente con diabetes», según los investigadores de la Universidad Nacional de Irlanda Galway, que se asoció con Wingcopter (una compañía de aviación) y Skytango (una compañía de software en Dublín) en este vuelo.

Los drones, como decíamos, se han utilizado en China masivamente para transportar suministros médicos durante la cuarentena, y para desinfección con aerosoles sobre áreas públicas. Terra Drone es una compañía japonesa que obtuvo la primera licencia de entrega de drones urbanos de China para suministros médicos desde el centro de control de enfermedades del condado de Xinchang al Hospital Popular del Condado de Xinchang, China, sin exponer a los humanos a la infección.

Las medidas de salud pública en respuesta a la pandemia de la Covid-19 han introducido el «distanciamiento social» en el léxico popular y oficial. Los operadores de drones pueden ayudar. La tecnología de drones está lista para entrar en un servicio masivo y reducir el contacto de persona a persona. Una crisis como la pandemia actual tiene que influir y activar a las mentes de los reguladores en las cuestiones clave que hagan posible el uso de drones en zonas urbanas para luchar contra la pandemia.

En este caso es necesario que se habilite y permita el uso adecuado de drones. Los eventos recientes apuntan hacia que así debe ser. Un ejemplo lo tenemos en China donde en medio del brote Covid-19, los operadores de drones y el gobierno chino aceleraron sus programas piloto nacionales. El resultado es miles de vuelos para entregar 11 toneladas de suministros médicos y paquetes a las zonas afectadas por Covid-19.

Este uso de drones para entregas médicas, de paquetería y de comestibles sería enormemente beneficioso para la respuesta a la lucha contra el Covid-19. Las entregas de drones aumentarían el distanciamiento social, reduciendo así la propagación de COVID-19 y salvando vidas. Ahora es el momento.

No cabe duda que en la situación actual de parón de la actividad empresarial y del confinamiento de las personas, además de la crisis sanitaria, aparece una crisis económica de difícil diagnóstico.
Todos los sectores económicos están solicitando ayudas para hacer frente a esta crisis y no es distinto en el sector de los drones.

Precisamente las iniciativas antes comentadas precisan de inversiones, no excesivamente cuantiosas, pero que dada la situación de las empresas del sector serán difícilmente cubiertas desde la aportación de recursos propios. Por lo tanto, hay que llamar la atención a que se facilite el acceso a capital para abordar proyectos de innovación y desarrollo que irán en favor de la propia lucha contra el virus.

Precisando un poco más, la propia existencia de una solicitud oficial de prestación de servicio podría ser suficiente para la oportunidad de inversores que vean como rentable invertir en un sector de futuro que, además, ayuda a la lucha contra la pandemia.